Nada es para siempre...

El tiempo es una matriz infinita que se genera sobre si mismo creando aún más tiempo. Sin embargo, nada es eterno, nada es para siempre. Aunque el tiempo todo lo puede y todo lo contiene, en si mismo es la suma de miles de millones de pensamientos, emociones, acciones y reacciones que hemos creado tanto de forma individual como colectiva. 

Como seres humanos nuestra matriz de tiempo es bastante dilatada y desde eones de años nos acompaña en todo lo que somos y hacemos. Es inevitable pensar que reside tanta información en dicha matriz que nos permite crear cambios en la forma, desde el plano físico hasta el nivel del consciente mental, pasando por el campo de información emotiva y el campo bioquímico que solemos asociar al ADN.

Como ves el tiempo es de lo más atractivo para nosotros, puede limitarnos, encarcelarnos, hacernos sentir que pasa muy lento, o si tomamos su control podemos liberarnos y sentir que se nos escapa de las manos, que se nos pasa volando. 

En el tiempo vital que manejas, sobretodo en tu cuerpo físico y en su nivel celular también está codificada la información de la capacidad que tienes para comprender tus emociones y esto es un discriminador del propio tiempo para crear la proyección externa de si mismo, y el cual tú estas capacitado para manejar en pos de ti. Dicha proyección externa del tiempo es la enfermedad.

La enfermedad como ya hemos comentado en anteriores entradas, significa la cualidad de organizar o poner en firme. Es decir es un proceso en el nivel corporal de regeneración psicobioemotiva que pretende restaurar y llevar al orden todos los sistemas corporales implicados en el proceso de enfermedad física o degenerativa, además de las implicaciones psicosomáticas de las mismas, cuya función causal es crear el efecto de deterioro físico. 

Por lo que tiempo y enfermedad están intrinsecamente muy relacionados, ¿Pero cómo puede ser esto posible? 

Es posible por la proyección mental que como seres humanos manifestamos y que aún hoy día es latente en todos nosotros. El ser humano no tiene codificada, ni asumida la información necesaria para disfrutar y gozar de la vida. Tenemos un patrón prehistórico de adaptación al medio por instintos de supervivencia, cuyo motor de acción es el miedo. El miedo nos enseña que lo que es perfecto puede volverse imperfecto o deteriorarse, es decir "enfermarse"

El miedo nos paraliza, hace que una parte de nosotros no se exprese, no se manifieste y no actúe desde la libertad de acción, o desde una expresión más emotiva, que necesita sentir y vivir por ensayo y error. Esto nos condiciona a reaccionar desde la lógica ó la razón, simplemente por la presión que ejerce en nosotros el recuerdo y la memoria del pasado.

Todo recuerdo o memoria del pasado además de ser un hecho, nos imprime una imagen, un impacto y una emoción subconscientes que se asocian al miedo. Dicha emoción contrae la consciencia y atrapa el tiempo. 

El "miedo" es la incapacidad que tenemos para crear los cambios que queremos en la vida, y las emociones que manifestamos por ello son la excusa plausible del miedo para mantener un aspecto infinito o eterno del tiempo, donde nada cambia, donde nada ocurre, donde todo enferma.

Por lo tanto las emociones frenan el tiempo, crean el concepto del miedo o incapacidad de cambio y alargan el tiempo en valde. Sí somos capaces de comprender y organizar la expresión más vital que como seres humanos todos tenemos por igual, las emociones, entonces el miedo se derrota y el tiempo comienza a pasar.

Las enfermedades físicas comienzan a crear el efecto de autocuración desde el sistema inmune puesto que las emociones que el nivel celular y bioquímico mantienen para acelerar o frenar nuestro tiempo se comienzan a filtrar, a digerir y posteriormente a rechazar implicando varios de nuestros diferentes sistemas corporales y sus funciones orgánicas.

En definitiva sencillamente liberamos tiempo. Estamos liberando memorias y recuerdos almacenados, llenos de imágenes, impactos y emociones totalmente residuales cuya única misión es provocar la evolución de la personalidad y la consciencia de acción de la misma en su entorno para poder tomar las riendas del tiempo que nos ha tocado vivir y poder disfrutarlo.

Ante este hecho podemos afirmar que el contenido de nuestro tiempo vital y las enfermedades que somatizamos están relacionados y por consiguiente podemos afirmar que cuanto menos tiempo vital manejamos más posibilidades existen de que el cuerpo físico se corrompa a tal nivel que las enfermedades que manifieste física o mentalmente sean más graves, se cronifiquen o degeneren hasta provocar la muerte.

Por lo contrario si tomas las riendas de tu vida, la depuración del tiempo se ve acelerada, puedes tener sintomas, dolores o enfermedades leves que obligan a autocurar tu cuerpo ó restaurar la salud, en caso de que fuese necesario. 

Pero como te decía si manejas el tiempo que se te ha concedido y te atreves a probar sin importarte el fracaso, el miedo, las circunstancias adversas e incluso el posible karma que pudieras generar, entonces el tiempo crece, necesita más tiempo para darte y para que lo que estas pensado y sintiendo lo verifiques, lo pongas en práctica y lo experimentes.

Es así como el tiempo crece sobre si mismo, es así como se regenera, se cura y se cicatriza exactamente igual que nosotros. Esto debe cambiar tu visión y percepción de la realidad, porqué sí necesitas más tiempo para vivir, indistintamente de los resultados y sus emociones, nada podrá fallarte, nada podrá herirte ó enfermarte ,pues serás un creador de realidades, un constructor del tiempo, un Dios mitológico, Kronos en acción ó su hijo, un semidiós.

Pero debes aceptar primero que el tiempo que hasta ahora conocías no existe. Que el tiempo no se mide en segundos ni minutos, ni siquiera en momentos felices ó difíciles, que el tiempo simplemente es una ilusión de lo que tú te propongas hacer para ti. Y que justo cuando ya sabes que hacer o cuando lo haces, entonces ya dejo de existir, expiró, y ahora ya es sólo parte de tu recuerdo y depende de lo que te aferres a él condicionará ó no el resto de tu vida. 

Sólo debes retirar las cadenas del tiempo que te aprisionan y verás que todo depende de ti... y sino dale tiempo al tiempo y lo verás...






 

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