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Mostrando entradas de agosto, 2014

Existes como piensas...

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Pienso luego existo, así afirmaba Descartes, y así podia  comprender las peculiaridades del Yo, de uno mismo. Haciendo mención al pensamiento, y a su desarrollo en la vida tanteaba lo invisble o sutil de su existencia, su alma. Pero el alma es simplemente un contededor de la expresión libre de tus pensamientos, de tus emociones y de la repercusión que estos ejercen en tu vida.  El alma es una memoria, que crece día a día, que se llena de información y que a través de tu espiritualidad se manifiesta en tu proyección vital, siendo la espiritualidad, la función consciente del alma en la materia para su crecimiento y perfeccionamiento en el tiempo. Dicha memoria valora el pasado, como recuerdo, el presente como experimentador y el futuro como contraste de los anteriores a través de las leyes de causa y efecto. Además de ordenar nuestras vidas, nuestro tiempo, es capaz de condicionar nuestros pensamientos dándoles forma. Las formas que toman nuestros pensamientos para luego ayudarno

La memoria celular...

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Vives la realidad que deseas experimentar desde tus pensamientos, desde tus emociones, desde tu corazón, o desde tu ego, tu decides. Pero la impronta de todo lo que vives tiene su repercusión en el vehículo que has tomado para estar manifestado en este plano de consciencia, en la vida cotidiana, y ese vehículo es tu cuerpo físico. Tu cuerpo es el vehículo que te permite proyectar tu espiritualidad, y debido a ello contiene en él todos los recuerdos de lo vivido, en el presente son emociones, que con el paso del tiempo guardan memoria celular de lo ocurrido, las emociones graban el momento donde se han creado o desarrollado en tus células, es como una imagen fragmentada en miles de pequeños puntitos, algo así como la matriz de una pantalla de televisión. Este recuerdo implantado y multicelular se recrea en todas tus células que van llenándose con el tiempo de toda esta información que formará parte de tu código genético, de tu ADN. Contienen pues memoria del pasado, de lo ocurrido y

La acción sigue al pensamiento...

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Estamos dotados de un terrible instinto de supervivencia que nos da prioridad y nos antepone a todo y a todos en lo cotidiano. Por ejemplo, buscamos el mejor asiento en el autobús, o la mejor mesa en el restaurante o compramos la fruta que nos parece más atractiva y mejor para nosotros en el supermercado.  Esa forma de hacer es parte de un instinto de creación vital llamado ego cuyo propósito es la motivación de la actividad individualizada del ser humano. Está destinado a cumplir tus deseos pero también se activa en momentos de superación personal, ante una grave enfermedad, o en un accidente donde reaccionas poniéndote a salvo e intentando auxiliar a los demás. El ego es un motor de la creación, no tiene polaridad, no se posiciona en torno a el bien o el mal, sino que se rige por tu personalidad y lo que vives en tu vida, impulsando tu creación vital. Pero sí tu personalidad está polarizada entonces tu Ego también lo estará.  El ego es el motivador o el principio creador de las exper

Océanos del tiempo...

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 Vivimos en un océano invisible e indivisible de memorias colectivas, todo lo que la humanidad recrea en la materia, en el día a día, forma parte de una gran sopa cuántica que tiende a incidir en tu proyección personal a través de su gran influjo y que se cierne desde lo más universal hasta tu espacio más cercano. Así pues las memorias colectivas que rigen el proceso cíclico de evolución de la humanidad están configuradas en patrones muy reconocibles para todos nosotros, tales como: los continentes, sus distintos países y razas, las religiones, la política, la economía y la masa social. Como ves formas parte de un gran puzzle, de un complejo mecanismo que necesitas para poder experimentar y que a su vez tú le eres necesario al mismo. Así pues dentro de este gran espacio colectivo, alejado de tu individualidad que reside en lo más profundo de tu corazón, eres un representante. Representas un papel de identificación personal y social que varía en función del momento y circunstancia deter

Un giro teatral...

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No basta con ser el último para ser el primero alguna vez, más bien debes promover el liderazgo de tu vida desde tu justa y sabía honestidad. De nada sirve el arrepentimiento pues arrepentirse o perdonar es no haber entendido nada de la situación que estabas experimentando. Debes practicar la rectitud de pensamiento desde el agradecimiento por lo ocurrido, sabiendo que no ha dejado mella en ti, sino una gran lección de vida, algo de lo que aprender para mejorar y por lo tanto algo que agradecer eternamente.  No existen los últimos ni los primeros, no existen los malos y los buenos, sino que todos somos necesarios para proveernos de experiencias desde los diferentes niveles de consciencia del ser humano.  El perdón, la aceptación, la comprensión, la concordia y el agradecimiento son peldaños de una misma escalera y depende de donde te encuentras en ella puedes ver más allá del propio evento y hacer válida para el futuro tu experiencia, hacerla enriquecedora para la búsqueda de tu tranqu

El camino del Ego...

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Existen diferentes niveles de consciencia que ordenan la realidad, estos niveles de consciencia dotan al ser humano de la sensibilidad receptiva y de la capacidad de actuar que como alma le mostrará el punto de evolución donde se encuentra. Los niveles de consciencia forman todo un campo de información alrededor del cuerpo físico que envuelve también al campo emotivo y de proyección mental, dando forma a la personalidad, y dotando al ser humano del carácter que precisa para su proceso evolutivo en la vida, es lo que se denomina Ego. El Ego debe experimentar para evolucionar y lo hace a través de las diferentes experiencias vitales y básicas de la vida, ordenando la información o el conocimiento adquirido, esto permite una alineación con tu programa de vida a través de dichas experiencias, dotándote de mayor información, así pues de mayor sabiduría. La presencia del Ego es necesaria para llegar a la maestría, así el discípulo o Ego está preparado. Y dicen que cuando el discí

Uva de la vieja parra...

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A vivir no te enseñan en la escuela, será que eso es materia superior. Por eso vivimos desde los anhelos e ilusiones que la esperanza del tiempo nos regala, y nos lo tomamos tan en serio que nos volvemos necios y egoístas, manipulando la vida desde la humana condición de la personalidad, del carácter y del ego.  Vivimos casi en el futuro, todo lo resumimos a que haremos en las próximas horas, o en que pasará mañana o que hemos preparado para el fin de semana, quizá este futuro cercano sea casi un presente tal y como la rapidez maquiavélica con la que se presenta la vida actual y tecnológica nos encomienda, pero a veces deberíamos de sentarnos más en la silla de parar las prisas. Pues anhelar el futuro nos dice que en el presente algo falla y que debemos repararlo desde la esperanza de un futuro mejor, es evidente que queremos llenar un vacío. Pero el tiempo no puede hacer este trabajo, el tiempo pasa tan rápido que el hoy ya casi es historia del ayer y el mañana aunque está condenado a

Luces y sombras...

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Seguramente fuimos pasto en la montaña, polvo de elevadas dunas o incluso agua que orada y da forma a la tierra ya de por sí quebrada, seguramente fuimos y vivimos estas esencias hasta donde nuestra consciencia propia fue individualizándose y llegó a tomar las riendas de sus experiencias. En este peregrinar de la evolución de nuestra esencia probamos lo seco y lo húmedo en la consciencia mineral, soportamos lo frío y lo caliente en nuestra ansia de crecer dentro de la consciencia vegetal que indujo nuestro crecimiento vertical y solar, pero aún sin movimiento, y aún así deseábamos seguir creciendo, probando, y vivimos la animalidad, que nos dejó la creación de los instintos básicos, la supervivencia, el hambre y la reproducción y nuestra esencia o consciencia se volvió animal. Entonces dicen que llegó Dios y que nos tocó cual Adán de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina. Nos dotó del pleno poder de la creación, nos dio el uso del Libre Albedrío, y nuestra consciencia se expandió crea

Así es que existes...

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Todo lo que vives depende de un profundo acopio de pensamientos y emociones que te envuelven, donde desarrollas aquello que está más allá del plano físico y biológico. Desde la ciencia se denomina  campo psicológico, desde la religión se le conoce como alma, los mundanos podíamos llamarle vivir desde el corazón. Pero lo verdaderamente importante es que en algún momento de tu vida este acopio que reside en lo más profundo de ti se colapsa. En dicho momento las preguntas de mayor trascendencia se te presentan delante de ti, ¿Quién soy? ¿Qué soy? ¿Cuál es mi propósito en la vida?..... Es entonces cuando esa parte de ti que casi ya no reconoces, el alma, el campo psicológico o el corazón pasan a la acción para determinar lo que eres y haces en la vida, para que valores sí eres libres y creas tu vida, o sí el óbice y la desidia de los días crearon tu realidad por ti. Cuando vives desde el recuerdo las emociones contenidas toman tus decisiones por ti, son llamadas emociones reflexivas, co

Los ídolos de barro...

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Nos empeñamos en querer sufrir, aunque deseamos vivir en un precioso, sencillo y ligero mundo, nosotros nos empeñamos en hacer siempre lo más difícil, cual trapecista de circo, porque creemos que fortalecemos así nuestras esperanzas. Sí algo consigues a través del esfuerzo, lo reconoces como un premio, algo a lo que darle valor y sin embargo has creado un nuevo dios de barro, un nuevo ídolo dorado al cual te aferras y del que tiempo más tarde te costará desprenderte. Pero un día desearás volar y para abrir el vuelo necesitarás desprenderte de las ataduras que creaste desde la esperanza y anclado en tu burda realidad de sueños almidonados. La esperanza te dice que has delegado tu poder de creación de la vida en los ídolos de barro, que ellos tiene el poder de crear tu realidad por ti, a veces son muy visibles, el trabajo, la pareja, los hijos, las drogas...etc. Otras veces moldean nuestro carácter y son más invisibles, los miedos, las imposiciones, el conocimiento recibido...etc. Como