Tu cuerpo físico te precede...
Cada día existe un nuevo amanecer, el Sol sale para todos, aunque a veces no lo sentimos así. Es cierto que algunos días son nublados, tristes y decadentes pero, gracias a ellos anhelamos los días soleados, cálidos y largos, que nos adentran en un mar de deseos por cumplir, nos hablan de la esperanza, de lo nuevo, de la visión de una vida más feliz. Del mismo modo que esta expresión de la vida ocurre de forma continua día tras día, amanecer tras amanecer, nuestro organismo recibe dicho impacto de regeneración vital desde la glándula espiritual que absorbe la luz solar, conocida como glándula pineal, situada en el centro de nuestra cabeza y que es del tamaño de un guisante. Al recibir los primeros rayos de Sol, la glándula pineal comienza a crear la hormona serotonina, que activa el sistema corporal, pasando de la parte pasiva y de descanso nocturno a la de la actividad diurna. Este proceso bioquímico crea un sistema de predisposición bioenergética que tiene todo el sistema co