Miedo o confianza, tú decides...

Nuestra mente analiza todo lo que nos ocurre creando así una cadena de información personal ó subjetiva de la realidad que vivimos. Esto lo hace a partir de los datos que recibimos de nuestro entorno vital y que manifestamos en nuestro ser como emociones. Durante toda nuestra vida hemos ido adquiriendo información a cerca de la vida y además hemos obtenido resultados de todas nuestras acciones. Con todo ello la base de datos de nuestra mente construye un campo de recuerdos y memorias visuales, imágenes de momentos que deben marcar nuestra personalidad y moldearla para adaptarla al espacio y tiempo en el que esta se desarrolla.

Todo lo que nos ocurre genera dos tipos básicos de experiencias, sufridas y felices, sin embargo todas ellas nos sirven para promover y activar un instinto de supervivencia universal y primigenio que nos impulsa a cambiar la realidad y que podemos llamar "miedo". 

Como seres humanos tenemos una "capacidad única", que no existe en el resto de especies y que es la de cambiar la realidad a placer. Para ello utilizamos dos recursos naturales de nuestra personalidad como son el "miedo" y "la confianza" y que vamos a desarrollar en esta entrada.

Esta "capacidad única" que nos diferencia del resto de especies también es el motor de nuestras vidas y nos permite la evolución que como seres humanos tendríamos que afrontar, y que se basa en que deberíamos aprovechar todos los recursos personales y naturales que podamos para tener sociedades donde todos tengamos los mismos derechos y deberes. Donde la libertad, la igualdad y el amor fraterno guíen todos los rumbos.

Como te decía existen dos formas de crear todo cambio, desde la "confianza" ó desde el "miedo".
El "miedo" nos dice que lo que es perfecto puede volverse imperfecto. Sin embargo esta apreciación de la realidad está basada en todas esas informaciones de la mente que son memorias y recuerdos, y que definen nuestra personalidad, creando un yo diferenciado en cada uno de nosotros. 

El "miedo" se alimenta de todas aquellas imágenes almacenadas en el subconsciente, que crearon un impacto cuyo estimulo se basa en darnos la capacidad de trascender y modificar aquello que presumiblemente puede volverse imperfecto, antes de que esto ocurra. Es decir es un recurso natural que nos permite ser creativos, para poder llegar a ser "creadores de realidades". 

Pero el "miedo" como todo recurso tiene sus limites. Los limites de la acción del "miedo" establecen que sólo puedes reparar el error que ya has creado. Esto te permite reparar el pasado y el presente sí utilizas sabiamente el "miedo" como recurso natural. Pues el "miedo" te permite valorar la profundidad de la vida para vislumbrar el daño que puede provocarte dicho error en tu futuro. 

Sin embargo el exceso de información reduce los limites de su campo de acción. Imagina que no estas a gusto en tu trabajo y deseas hacer cambios para tu bienestar, pero tienes memorias de otros momentos en tu vida donde en la parte laboral perdiste varias veces el empleo o fuiste a pedir un aumento de sueldo o un cambio horario y te fue denegado. 

Toda esta información hará que tu realidad se vuelva limitante, te generará "miedo"  y en vez de crear esta experiencia vital de forma libre, con libertad de acción, provocará que tomes una decisión condicionada, y no sólo por la emoción sufrida que el empleo actual te produce, sino que además se verá afectada por esas imágenes y estímulos anteriormente mencionados. Provocando que no tomes decisiones, o que la decisión que tomes no sea la correcta; por ejemplo seguir en el empleo porque te paga las facturas, ó no pedir una compensación económica ó en el horario, por temor al despido.

Por lo tanto debes recordar que a más experiencias vividas el "miedo" se vuelve en nuestra contra y en vez de estimular el cambio lo que hace es frenarlo, y mantiene e incluso promueve de nuevo el error o lo sufrido, creando así lo que podíamos llamar una experiencia karmica ó repetitiva.

El "miedo" nos sirve para evolucionar cuando aún no hemos madurado y no hay experiencias profundas, cuando hay pocos recuerdos ó memorias ó pocas imágenes estimulantes e impactantes. El "miedo" como "recurso de aprendizaje", es creativo y externo a nosotros, pues esta basado en las experiencias que nos enseñan quienes somos y que queremos de la vida, es útil en las etapas donde aprendemos a cerca de la vida, no donde realmente la creamos y manipulamos desde nuestro nivel de consciencia. 

Por lo tanto es válido en la inocencia, la infancia, la adolescencia, y la juventud. Pero en la madurez este recurso como te decía más bien nos limita y para ello debemos trascender el "miedo" y por lo tanto debemos abrazar su opuesto y complementario, la "confianza". En la madurez debemos aprender a confiar.

A diferencia del "miedo" la "confianza" es un recurso interno, no es un "recurso de aprendizaje". El "miedo" te enseña el camino y te permite modificar el pasado y el presente a nivel psicosomático,  físico y material. La "confianza” es un recurso o herramienta que te permite cambiar el futuro, tu futuro psicosomático, físico y material.

Confiar denota la sabiduría que tienes a la hora de manejar el rumbo de tu vida, además de que permite mantener aquello que ya has mejorado en ti y para ti en tu realidad y como consecuencia de ello surge el gozo de vivir y disfrutar la vida, consecuencia lógica de la confianza.

En la confianza empleas los recursos propios que has pulido a base de depurar el error y el sufrimiento que generaste desde tu propia ignorancia o falta de recursos, es un cambio entre conocimiento y sabiduría, entre información y resultados, y es obvio que todo lo que te hizo sufrir y transformó tu carácter para que te comprendieras y supieras quien eres y que esperas de la vida, hizo generar la autoconfianza, la confianza en ti y ya no en lo externo o en los demás.

Así es como el miedo queda desterrado, sin sentido, y su error, la imperfección, deja de ser efectivo, es entonces cuando lo perfecto que salió de ti puede perdurar en el tiempo, y es cuando se ordena el espacio y el tiempo en función de tu visión de la realidad, aquella que te hace feliz y que puedes compartir con los demás.

La confianza es la capacidad de saber que todo tiene su proceso, su tiempo y que al final todo tiene una explicación, un resultado que es favorable, que tiende al orden, al amor o a la armonía, puesto que todo sistema de caracter universal es autosuficiente, compensatorio y equilibrado, nada sobra ni falta, pues como solía decir Einstein: "Dios no juega a los dados" ...




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