La leyenda del tiempo…
El lenguaje del tiempo es el silencio. El tiempo está, es, y no se altera, sino que se reproduce sobre si mismo recreando más tiempo.
Para manejarlo debes trascenderlo y para trascenderlo, para estar más allá del límite del tiempo, debes escuchar el silencio. ‘Si lo que vas a decir no es más bello que el silencio, no lo vayas a decir, no te pronuncies’
El concepto silencio en el órgano cerebral, se traduce en un estado de vibración neural que crea la atención, y dicha atención centra todos los sentidos y el tiempo como expresión unificada del sentimiento en aquello que realmente te importa. En aquello en lo que está basada tú evolución, tu cambio, tu próximo destino.
Esta configuración neural a través de la práctica del silencio genera mielina, la hormona que permite generar neuronas y es en este estado de silencio donde se crean nuevas neuronas ávidas de experimentar, ávidas de tiempo, ávidas de expresarse desde tu interior creando pensamientos nuevos y emociones que antes no te permitías poseer.
Es entonces cuando llega la revolución corporal, porque el sistema neural envía nuevas señales al proceso hormonal y endocrino para alterar la bioquímica, para dotarte del cuerpo que te va a permitir hacer aquello en lo que te has centrado, en aquello en lo que tú atención se fijo y con esta configuración física y psicológica lo imposible hasta ahora se vuelve posible.
En épocas anteriores a esto se la ha llamado milagro, en la actualidad tendría que ver con el efecto placebo, pero va mucho más allá de todo esto porque al final aquello que vas ha hacer cambiará no solo tú destino sino todo nuestro mundo y nuestro universo, pues de ello quedará constancia eterna.
En definitiva has venido a hacer algo único, a manipular el tiempo, si tú no lo haces no lo hará otro por ti, eso te pertenece hacerlo a ti, es tu legado, será tu leyenda.
Dicen que algunos pocos escuchan y obedecen a su voz interior aún sabiendo que serán juzgados por ello, pero aquellos que hacen lo que dicta su alma se acaban convirtiendo en leyenda…
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