Existir, amar o ser agradecido …
Todos tenemos diferentes formas de sentir y pensar, y ademas estas formas de pensamiento, las basamos en creencias y conocimientos limitantes, transmitidos de forma generacional. Esto deja poco margen de libre albedrío y sin embargo los límites son necesarios cuando la ignorancia supera la consciencia. Pero así sólo vives, no existes. Exisitir, deriva del latín existus, que significa salir, ir más allá, trascender los límites. Y aunque eso cree un proceso caótico es el principio de la generación de la consciencia.
Pero cuando la consciencia decide revelarse se genera todo un caos mental, que hace intolerable lo que sostienes en la vida. Dicho caos es debido a dos factores naturales, nuestros estresores ancestrales, y nuestros estresores sociales.
El cuerpo físico sólo obedece a cubrir necesidades vitales o de supervivencia, hambre, sed, y refugio o cobijo del frio y del calor. Y para reparar estos niveles estresores básicamente la nutrición y el sueño restauran la salud.
Pero para nosotros el tiempo a pasado, ya no sólo sobrevivimos y ya no somos simplemente instintivos, sino más bien emotivos, y esas emociones son las que van a cambiar nuestras decisiones y son las que generan nuevos estresores.
Los estresores actuales están relacionados con el trabajo, la salud, el dinero y el amor que nos procesamos. Y están basados en una relación con los demás que llamaremos el agrado. Hemos decidido agradar, ser agradables y eso hace que como la propia palabra indica tengamos un grado de relación o dependencia con dichos estresores emocionales.
El agrado en el trabajo se basa en la aceptación de un salario, que al aceptarlo te sirve para obtener comida y refugio,y por lo tanto al paliar los estresores instintivos o ancestrales das este salario por válido, aunque eso haga que te olvides de lo que realmente querías para ti. El salario es el peor de los yugos del alma, anula tu imaginación y tu capacidad de ser diferente en la vida.
Pero si vas más allá, lo que deseas para ti es fruto del amor propio y el amor no entiende de grados o de agradar, y mucho menos de ser agradable. El amor a uno mismo los demás no lo toleran, lo ven impropio, egoísta y desagradecido o desagradable. Pero el libre albedrío radica y es fruto del amor propio y es este tipo de amor el que anula todos los estresores y sin estresores no puede existir la enfermedad.
Según el Genesis, Eva mordió la manzana, la disfrutó, tuvo un acto de amor propio, palio todos sus estresores aunque eso tuviera consecuencias. No le importó el resultado de su acción en el tiempo, no quiso agradar a Dios, más bien se amó así misma por encima de todo.
Con esta forma de ser y pensar, el amor propio, puedes empezar a decidir, y la capacidad de decidir lo que quieres y lo que tienes, es la verdadera felicidad, y entonces crearás desde lo divertido, lo divertido es hacer una versión diferente de ti y desde la diversión, o versión diferente las neuronas crecen se estimulan y erradican los estresores o informaciones limitantes que hasta ahora han marcado todas tus decisiones.
La salud, es básicamente desde el amor propio la curiosidad y la capacidad de oponerse para poder cuestionarse el porqué de las cosas y es así como te conviertes en lo que quieres ser, y esto ademas de amor propio es la base de la salud.
El dinero, es el mayor estresor actual y es la moneda de cambio entre la esclavitud y la obediencia, y la libertad y el liderazgo. El dinero es necesario e importante en nuestro sistema de vida actual y para que tengas lo que necesitas debes aprender a utilizarlo desde el amor propio, el método es invertirlo en ti mismo primero y luego en las cosas útiles que van a permitir que sigas creciendo. Primero utilízalo para paliar tus estresores ancestrales sobretodo nutrición y descanso, y luego para paliar tus estresores emotivos y actuales. Por ejemplo, en tus estudios o formación, o en tiempo para ti, viaja, comparte de otras culturas y filosofías y abre tu mente verás como todo puede cambiar.
Y por ultimo, el amor, el estresor por excelencia en nuestro tiempo. Muchas personas de mediana edad se sienten solos, o lo están, y con edades entre los 30-40 años no han formado aún su hogar, o familia, o pareja, y eso es debido a que nuestro amor propio, no lo devolvemos al otro del mismo modo, convirtiéndolo en amor incondicional, sino que condicionamos todas nuestro relaciones y caemos en el más profundo agrado, deseamos agradar tanto que confundimos lo que sentimos por alguien con como ese alguien nos hace sentir, y en definitiva perdemos nuestra voluntad y rumbo por sentir ese amor agradecido que confundimos con sentirnos amados y por eso no obtenemos ese amor que el alma tanto desea.
Piensa en como vives, si estas amando o agradeciendo, en lo que sientes y en lo que te hacen sentir, encuentra en todo esto tu medida de paz, anula los estresores del pasado y del futuro y vive disfrutando del presente, ese es tu regalo o tu libre albedrío, atrévete a morder tu manzana…
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