Cuando dejas atrás el sufrimiento...

En muchas de mis meditaciones, en mis momentos de silencio y abstracción percibo la melodía de las sabias palabras de divina sabiduría de alguien muy especial para mí, con él no sólo he crecido espiritualmente, sino que he aprendido a no tomarme la vida tan en serio...

Paramahansa Yogananda, fue maestro espiritual de kriya yoga, y sus palabras son tan simples, sencillas y eficaces que no tienen un ápice de discusión, de incomprensión y además parecen motivarte y zarandearte para que despiertes y tomes las riendas de tu vida.

Yogananda solía decir: ..."observa los peces como se mueven en el río, como van de un lado a otro sin dejarse llevar por la corriente... céntrate y observa como las aves vuelan por encima del cauce del río, como se posan en las ramas del árbol y de nuevo emprenden su vuelo con la intención de manifestar aquello para lo que han sido creadas, como los peces. Y fíjate bien, mira la tierra que aunque a veces parezca yerma y hollada de entre ella germinan y crecen hierbas, arbustos y árboles, incluso los que dan fruto y sirven para nuestro alimento..." 

Lo que acabas de observar es la esencia de cada ser, y al vivir con la totalidad de su expresión divina, mostrándose tal como han sido creados, ellos no sufren. Los peces no sufren por nadar, las aves no sufren por volar, y la semilla que se enraíza y germina no sufre por crecer hacia el exterior buscando la luz del Sol. 

Entonces hazte esta reflexión: ¿Porqué sufres? ¿Es esa tu esencia vital? La esencia de los seres humanos se ha pervertido, se ha perdido, y todos los seres humanos sufrimos, sin saber que nuestra esencia no es el sufrimiento sino todo lo contrario la felicidad. 

¿Para qué o porqué fuimos creados? Para cambiar nuestro entorno, y es que esta capacidad de cambiar nuestra realidad, nuestras vidas está basada en el más grande de los sentimientos, el amor. Aquello que te produce neutralidad, armonía o incluso te llena, dándote plenitud y por lo tanto felicidad contiene la energía del amor universal. Lo contrario no la contiene, y entonces todo se pudre y se corrompe. Así se siente la ausencia del amor, que se transforma en sufrimiento.

Trascender el sufrimiento es un proceso de reversión egoica donde la personalidad, o ego, valoran la vida desde la distancia, la perspectiva o la tercera persona. Dejando atrás la subjetividad, el protagonismo y por lo tanto abandonando el apego al presente. 

El ego se basa en el tiempo presente, la espiritualidad, o la consciencia de este amor universal se centra en el futuro para poder condicionarlo, para poder ponerle una meta o un fin, que permita desde la proyección de nuestros actos en el presente configurar ese momento futuro, determinante y que contiene lo mejor de ti, tú creación sin error, sin sufrimiento y con la mayor cantidad de amor. Manifestando así la esencia por la cual estamos creados de forma física, mental y espiritual.

Por lo tanto la vida se crea dando pasos hacia adelante construyendo en cada uno de ellos un futuro renovado, un futuro mejor. No sólo para vivirlo sino para dejarlo en herencia, llegado el momento los seres humanos sienten la necesidad de crear amor y no sólo de compartirlo o moldearlo, es decir que desean ser padres, tener hijos y este hecho es la mayor creación del amor universal. 

Sin embargo cualquier padre desea lo mejor para sus hijos y desea que las dificultades y los sufrimientos que estos tuvieron no se les repitan a ellos en sus vidas y es por este patrón o esencia evolutiva del ser humano que nos relacionamos en amor para crear un mundo en armonía.

Es fácil dejar el sufrimiento, el uni-verso, que significa única-versión, tiene sus leyes y mecanismos para decirte si vas o no por el camino del amor universal o por el sendero del sufrimiento, sólo debes actuar, dejarte llevar por tus formas de pensamiento, o por tu momento de madurez y verás como todo lo que hagas se verá impulsado a tener orden, a manifestar amor, y sino el universo se encargará de recordártelo. 

Es por esto que al fin y al cabo cada uno debería hacer lo que le hace feliz y le divierte, para esto hay que aflojar las convicciones más firmes y deberíamos tomarnos la vida menos en serio, como ves Dios tiene sus mecanismos para llamarte la atención. 

Oímos hablar a diario del Karma, del cielo y el infierno, del nirvana o de la rueda del Kalachacra, y al final se nos dice que reencarnamos en una sucesión de vidas para reparar los errores que cometimos. 
Y si reencarnamos para todo lo contrario, para verificar esa parte de la vida sin el error que ya cometimos y que no es afligida, sufrida o caótica sino que nos impulsa y libera y nos permite disfrutar de nuestra esencia de ser, en definitiva que nos permita vivir con mayúsculas, acaso no va de eso la otra parte del karma? Y la otra parte del karma es el Dharma, que nos insta a buscar el propósito de la vida, y acaso el propósito de toda vida no es ser feliz? Y no es este un propósito universal? 

No sufras por vivir, simplemente vive y disfruta, sonríele a la vida, no te tomes nada en serio y busca ese amor universal en todo lo que hagas ese es el dharma de la vida, ese es el verdadero propósito de ser, de existir...





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