Eres un Alquimista...

La alquimia es una antigua ciencia cuyo precepto basado en la búsqueda de la piedra filosofal pretende escrudiñar los rincones del alma que poseemos. Según esto se basa en la transformación del plomo en oro no sólo en el sentido material sino en el sentido más místico. 

La alquimia es un proceso de transformación de la personalidad que cambia la composición química del cuerpo a través del sistema hormonal o endocrino. Cabe decir que somos una suerte de emociones absorbidas en nuestro día a día cuyo propósito es la gestión y valoración de las mismas para poder dilucidar lo que queremos de la vida, esto nos dice cómo somos o como estamos con respecto a eso que queremos o pretendemos y cuyo fin es la transformación de cualquier situación para llevarla a la excelencia, a que te sea útil y te procure felicidad. 

Las emociones son impactos recibidos en todo nuestro campo de energía que afectan a nuestro carácter, a nuestros pensamientos y por lo tanto condicionan nuestra vida. Resumiendo, el propósito de las emociones es permitirnos gestionar nuestras vidas. 

Debido a esto las emociones impactan en principio en todo nuestro sistema tegumentario, es decir en la piel y el pelo, y a través de este campo de percepción sensorial que poseemos pasan a los órganos vitales imprimiéndose en estos como información de carácter psicosomático capaz de cambiar la percepción que tenemos de la realidad. 

Cuando esto ocurre el impacto o información recibida por los órganos afecta a sus hormonas y en consecuencia el cambio hormonal que se produce altera la gestión del sistema bioquímico o endocrino y esto cambia la forma de gestionar dicho sistema a través de los neurotransmisores de la cabeza. 

Desde este momento la percepción de la realidad cambia y esto se produce debido a un previo  cambio hormonal provocado como decíamos por una emoción. 

Para simplificar la mente no puede gestar por sí sola un cambio, pues la mente está condicionada y predispuesta para mantener la realidad que el ego manifiesta. Dicho error de la mente que consiste en que "puede aceptar la realidad que el ego o personalidad ha creado" hace que sea imposible transmitir deseos de búsqueda de algo mejor o más digno o que contenga más felicidad. 
Es por esto que la gestión de la realidad ocurre de forma inversa de fuera a adentro. Desde las emociones a las formas de pensamiento y no a la inversa

Cuando te ocurre algo drástico en la vida es para que surja lo que se espera de ti como alma. 
El proceso alquímico se basa en los tres estados típicos de la materia, que son: sólido, líquido y gaseoso. 
En estos niveles existe información de gran valor práctico. Lo "liquido" pertenece al proceso de la "disolución" en la alquimia, es ese momento drástico donde se produce el llanto, la pérdida de lo que tu alma no necesita pero que tu ego si mantiene por las necesidades de la vida, por lo que has vivido y es simplemente un reflejo negativo de ti. 

Lo "sólido" permite el estado alquímico de la "conjunción", la unión de la mente dual y alternativa que valora lo emotivo o lo correcto y que siempre se posiciona en un extremo. Cuando se trasciende esta mentalidad y se lleva al estado de "conjunción" empieza a crearse de forma natural un patrón de justicia, un punto de vista novedoso de lo que es correcto para ti; y por consiguiente comienza a desarrollarse el aprendizaje de la vida, que ocurre cuando pones en práctica tu justicia personal o mejor dicho tu honestidad, cuando comienzas a obrar y a actuar conforme a lo que sientes y piensas. 

En el estado gaseoso podríamos hablar de la "separación y la destilación". Este estado de la mente que proyecta tu vida, permite vivir en tercera persona, sin la afección emotiva, con total empatía pero sin el sufrimiento emotivo porque se comprende el sentido de porque nos ocurren ciertos eventos en la vida. 

La actitud de vivir en tercera persona permite no generar el impacto emotivo en el sistema tegumentario del cuerpo físico, como órgano de percepción extrasensorial, sino que se almacena temporalmente en la amígdala cerebral como un sí se tratase de una fotografía de lo ocurrido, capaz de retener la emoción que esta generó así provoca una reacción mental que permite desde la glándula pineal llegar a resolver y llevar al orden lo ocurrido de la forma más inmediata. 

Es cuando reparas el error, que transmuta la forma, todo cambia por las decisiones y actos que has creado de forma novedosa, trascendente o alternativa, y entonces has "destilado" la vida, has creado un nuevo perfume, una "quintaesencia", una versión mejorada de ti o de tu vida. En esta época que vivimos tan rápida y moderna diríamos que has creado una versión 2.0 de ti. 

En la alquímia habrías transformado tu plomo en oro... y estarías más cerca de la fuente de la eterna juventud...









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