Como vives en ti y a través de ti...



No todo lo que existe es de carácter material, no todo lo que somos es medible o
cuantificable, porque no todo ‘lo que es’, existe en el mismo plano de realidad. 

La realidad es un conglomerado de diferentes expresiones mentales que han sido entretejidas desde tiempos pasados y que organizan las diferentes formas de percibir la vida. 

Percibir la realidad depende de cómo valoramos ciertas cosas, de cuál es la medida de paz que encontramos en dichos valores y de cómo mantenemos estos para que alimenten nuestra alma. 

‘Lo que vives’ no es real, ‘lo que tienes’ no te pertenece, ‘lo que es’ no puedes cambiarlo y ‘lo que sientes’ con respecto a todo lo anterior es lo más sensato que sabes acerca de ti hasta el momento. Porque una vez que entiendes ‘lo que vives’, que aceptas ‘lo que tienes’ y que disfrutas ‘lo que es’, ‘lo que sientes’ es plenitud, alegría y gozo de vivir. Si quieres a esto podemos llamarlo compartir. 

Cuando compartes estás formando parte de una realidad que ya no cuestionas, donde no es necesario revelarse y donde activas ‘lo que es’ para obtener resultados satisfactorios y estos mejoran todo ‘lo que tienes’ haciendo que ‘lo que sientes’ sea tan vital que te permita liderar todo ‘lo que vives’.

Para ello no debes ver la vida con tus propios ojos que limitan la realidad, porque no sólo la ven sino que tienden a interpretarla. Interpretas lo que ves en función de lo que has vivido, de cómo lo has sentido, de cómo ha cambiado lo que tienes y de cómo realmente de vería de ser.

Y esta interpretación es completamente subjetiva. Sin embargo puedes ver por los ojos de lo demás cuando compartes y puedes percibir ‘lo que viven, lo que sienten, lo que tienen y lo que es’. Cuando te permites abrir la mente sin cuestionar nada estás en ‘lo que es’ y por lo tanto ves la vida por los ojos de los otros y tú mente puede entender un tiempo o una frecuencia de información que llamamos ‘el pasado’. 
El tiempo pasado es siempre en el presente una enseñanza que tiene información de ‘lo que vives y porque lo vives’. 

Ver la vida con los ojos de los demás crea un proceso de aceptación donde ‘lo que es’ simplemente es y no puedes obviarlo o negarlo. La ausencia de negación del tiempo presente permite disfrutarlo y por lo tanto centrar la mente en ‘lo que vives’. ‘Disfrutar’ es una de las funciones de la mente que nos permite intervenir en la realidad a placer para cambiarla, para que los resultados que obtengamos sean de beneficio, de paz, de salud, o también de felicidad. 

Sin embargo nos interesa valorar el tiempo futuro cuando vemos la vida por los ojos de los demás; porque los ojos de los demás te están viendo a ti en el futuro cuando tú aún no lo has ni imaginado. Como es esto posible? 

Los demás son objetivos con respecto a nosotros, que somos subjetivos por la cantidad de emociones que manejamos y que condicionan nuestros actos en la vida. Pero a ojos de los demás la percepción de la realidad es neutra y no emotiva con lo que los ojos de los demás tienden a sumar datos y a interpretarlos. Aquello de “quien mal anda mal acaba” podía ser un ejemplo sencillo de cómo se nos ve con los ojos de los demás. 

El tiempo futuro es una consecuencia lógica de todos nuestros actos. Nuestra mente vive en el futuro puesto que ‘lo que es’ es un patrón que hace que se establezca o se mantenga un tipo de vida y de circunstancias que son el fruto o ‘el disfrutar’ todo ‘lo que vives’ y ‘lo que sientes’. 
Esto determina ‘lo que tienes’ y lo que tienes es simplemente la materialización de tu mente en el presente. 

Si lo que tienes no te satisface tu mente no está satisfecha ni realizada. Tú mente no es libre, está condicionada y entonces vives en el pasado donde todo ya está vivido y se repite sin alterarse.  

Para resumir tu mente tiene un espacio donde guarda información, este espacio se encuentra en un formato de cuatro dimensiones: lo que vives, lo que sientes, lo que tienes y lo que es. Así tú mente organiza la realidad, la interpreta, la gestiona, la modifica y la mantiene. 

Pero si ‘lo que vives, lo que sientes, lo que tienes, y lo que es’ no están en armonia tú mente no se puede proyectar no puede interpretar y cambiar la realidad y esto crea un proceso repetitivo donde todo lo que ocurre es siempre más de lo mismo. 
A esto tú le llamas o lo conoces como Karma. La repetición del pecado o error para enmendarlo.

La única solución posible para que no se repita la vida está más allá de lo que vives, de lo que sientes, de lo que tienes y de lo que es. ‘Lo que no has hecho’ lo que no has hecho aún no ha ocurrió. No se ha vivido, no se ha sentido, no se ha tenido y por lo tanto no ha sido y esto está fuera del tiempo que conoces, del tiempo ordinario, es un tiempo extraordinario donde todo está por venir, por ser y por darle forma a la realidad. 

Es lo que no te atreviste a hacer, a vivir, y lo que cambió todo el espacio y tiempo de tu vida y no lo que realmente hiciste. Porque lo que hiciste está condicionado pero lo que no hiciste está fuera de estos límites por eso lo rechazaste porque no tenía límites y no sabías como interpretarlo. 

Con cada decisión que tomas cambias la vida, abres un camino que cierra otro totalmente diferente, con otras posibilidades. Cuando durante un tiempo has caminado por dicho sendero y como te decía todo se repite y la vida se satura es tiempo de volver a retomar la decisión que quedó relegada; el otro camino y es hora de complementar con esta otra visión la vida. 

Cuando verificas estas dos realidades es cuando comienza a organizarse la vida. Porque el camino que en un principio elegiste es el que veían tus ojos y el segundo camino es el camino por donde se te veía con los ojos de los demás. Un camino es egoico y subjetivo, el otro es objetivo y permisivo. Y vivir los dos te lleva a la neutralidad temporal. Un espacio de tiempo más allá del pasado, presente y futuro. Un tiempo donde todo es posible en un solo momento, y donde un instante único lo puede cambiar todo..

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