Cuando la vida no te pertenece y cuando le perteneces a la vida...
Existen dos etapas bien diferenciadas en la vida una ocurre cuando la vida no te pertenece y la otra cuando tú le perteneces a la vida. Resulta que eres el resultado exacto de millones de años de evolución, tanto a nivel genético como a nivel espiritual, y no sólo desde el punto de vista de la especie humana, si no también de las diferentes etapas de evolución de la consciencia en el estado mineral, vegetal y animal. Formamos parte de una memoria colectiva, cuyo propósito es crear una memoria celular y por lo tanto un karma genético.
La memoria colectiva es lo conocemos como historia, pero vemos la historia como una cadena de hechos que solemos asociar como lo ocurrido antes de nuestro nacimiento y a esto le llamamos historia. Pero debemos aceptar que el hecho de reproducirnos, ó mejor dicho replicarnos es no sólo para mejorar la especie en el nivel físico y bioquímico sino también en el nivel mental ó espiritual, es decir para ser más conscientes de nuestros actos y sobrepasar los límites del bien y del mal.
Por lo tanto debemos trascender lo que conocemos como historia para poderla entender é interpretar como parte de nuestra propia memoria, que aunque no podamos recordar como nuestra, nos afecta y nos condiciona desde el momento del nacimiento. Toda esta información es lo que realmente contiene nuestra cadena de información ó ADN en el momento del nacimiento. Seguramente, si nos ponemos a recordar, no te este diciendo nada nuevo, pues conoces que en el cristianismo se dice que hemos nacido con el pecado original.
Como ves, el pecado original es nuestra memoria colectiva, que se localiza en nuestro ADN y por lo tanto nuestra memoria colectiva esta en ti como memoria celular justo en el momento de nacer, donde a partir de ese momento todas tus células tendrán la historia viva de la evolución, eones de años de historia con sus emociones contenidas en una de las capas del ADN. Como puedes interpretar esto es conocido como karma genético y para situarte hasta que no valores en ti toda esta información en tu vida, esta no te pertenecerá.
Estará condicionada por el espacio y tiempo donde naciste, la situación geográfica, su historia, la política, la economía e incluso la religión dominante condicionarán tu libertad de acción, tu libre albedrío. Además naces de padre y madre con una historia familiar que moldeará tu personalidad ó carácter. Y que decir del patrón de consanguinidad, es decir la carga cromosómica de tus progenitores que harán que tu cuerpo sea más ó menos fuerte ante el sufrimiento, el dolor y la enfermedad. Otra de las características de esta memoria colectiva, celular y genética es que valorará tu capacidad de ser útil en la vida, de como vas a ganarte la vida. Como ves se constriñe mucho tu libertad de decisión y con esta la capacidad de dirigir la vida.
Es realmente durante la etapa de la adolescencia y la etapa adulta donde tu vida, como te decía no te pertenece. No sólo aparecen los cambios más dramáticos a nivel físico, desde la pubertad sino también los mayores cambios de personalidad ó carácter. Recuerda que la palabra adolescencia esta formada por la unión de dos vocablos, Adoles del latín adolecer ó sufrir, y scentia del latín conocimiento.
Es decir todo el conocimiento que has recibido contiene un error, y por lo tanto crea realidades falsas donde el sufrimiento es la base de la vida. Debes recordar que el conocimiento es algo que sabes por la transmisión externa, algo que aprendiste pero que no verificaste aún y este hecho te convierte en adulto, es decir te adultera.
Cuando verificas el conocimiento y lo pones en practica sabes si te sirve para crear una realidad en orden y armonía ó si te sigue causando dolor, entonces es cuando pasas del conocimiento a la sabiduría, y comienza aquí la etapa de la madurez. Es aquí donde le perteneces a la vida.
Este proceso multidisciplinar purga la mente, trasciende el ego y depura el cuerpo a través de la enfermedad. normalmente esta adulteración produce dolor físico y enfermedad. Pero la replicacion celular no está destinada a mermar nuestro cuerpo físico y nuestras facultades mentales sino a regenerarlas, es por la suma de los resultados de nuestras experiencias tanto personales como colectivas que nos damos cuenta de los errores e intentamos solucionarlos y organizar nuestras vidas; del mismo modo ocurre en el cuerpo físico, la función vital de los órganos y nuestra bioquímica nos ayudan a curar las heridas.
Recuerda que en anteriores entradas hemos hablado de la enfermedad como un camino de comprensión personal que restaura la vida, y decíamos que la enfermedad es un proceso de poner en firme, de ordenar la vida. Por lo tanto entre la etapa adulta y la madurez la restauración de lo que sea erróneo en tu vida tendrá un mayor calado. Te preguntarás acerca de tu vida, si te gusta ó no y tu cuerpo te dará ó te habrá dado señales de ello, desde el dolor a la enfermedad, como parte de este proceso.
Cuando esta etapa de transición termina, entonces le perteneces a la vida, comienza la búsqueda de lo que en el hinduismo y el budismo se conoce como Dharma, es decir el propósito ó la utilidad de la vida. Pero lo más destacable aquí es que al pasar por esta transición y entrar en esta parte del camino se trasciende el karma genético, la memoria celular y la colectiva, y ya no te afectarán si comienzas a serle útil a la vida, es decir a escribir y formar parte de nuestra historia, de la historia de la humanidad. Es en este momento cuando la capa vertical del cromosoma se cierra, deja de ser efectiva y con ella toda esta información de la cual hoy hablamos.
Cuando esto sucede se despliega la siguiente capa de ADN que es de carácter horizontal, trabaja el campo del tiempo, presente, pasado y futuro, pero con una nueva perspectiva no de tiempo sino de presencia activa y consciencia. El tiempo dual como lo conocemos desaparece y el único tiempo vital es el Ahora, que es un estado de la mente y no sólo un tiempo.
En esta capa sólo existe el ADN mitocondrial que ocupa de un diez a un veinte por ciento de la información, y que nos sirve para mantener los procesos funcionales y bioquímicos del cuerpo, el resto de espacio libre es para escribir nuestra historia, una historia donde todo es ahora, donde todo está por venir y donde nada está escrito ó por firmar...
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