Como el cerezo en flor...
Vivimos en mundo lleno de alegorías, si comprendemos que toda vida es sagrada y que nada nos pertenece, nuestras alforjas se vacían. Vaciar la mente, calmar las emociones y llegar a la quietud del espíritu abre un paradigma de percepción de la realidad totalmente novedoso.
No sólo nos permite ver sino entender las alegorías de la vida, como estas se entretejen y unen unos destinos con otros y como el universo confabula para crear la realidad que se cierne erguida, presente y resoluta delante de nosotros.
Es innegable que existe algo espiritual entre todos nosotros y aunque no podamos comprender su poder y su sentido no podemos negarlo ni obviar su propósito. Dicha cualidad espiritual que subyace en todo y en todos es una energía atractiva, la energía del amor, que tiende a crear vínculos y linajes más allá del tiempo y de la sangre.
Cuando formas parte de algo eres necesario, único e irrepetible. Hemos venido a formar parte de algo o de alguien, todos tenemos muchas cosas por hacer y por vivir, y necesitamos de todos los demás para crear nuestras realidades.
Visto así podemos pensar que todos somos egoístas, protagonistas de nuestras vidas teatrales, pero como ves somos únicos, diferentes y necesarios por eso el amor es lo único que puede tejer una estructura mayor, alejada del ego, cuyo fin es que todos unidos logremos nuestros propósitos vitales.
Y cuando tejes con las hebras del hilo del amor de la creación lo demás llega por añadidura. Imagina el cerezo en flor cuando sus flores se abren, se anuncia así la llegada de la primavera, y puedes ver en él que nada sobra ni falta. Su belleza reside en la perfección natural de la forma simple que brota de su ser. Así es el amor, perfecto como el cerezo en flor.
Pero su propósito, como te decía, no es el ego pomposo de su belleza si no el mensaje que porta, el anuncio de la primavera. Esta es su alegoría, su verdadera misión o propósito.
Así es la vida, como el cerezo en flor, así es como verdaderamente existimos. Sin embargo a menudo te sientes diferenciado y no crees ser útil en tu realidad. Pero si sientes la salvia nueva dentro de ti, entonces lo único dará paso a lo unido y crecerás, florecerás y renacerás formando parte del propósito que alberga toda vida, alcanzar la plenitud y la felicidad... sakura
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