Cuánto sabes de ti...
Estamos viviendo, presenciando y sintiendo un cambio transcendental en nuestras vidas. Más allá del momento actual de transformación individual como seres humanos, desde la colectividad, estamos ligados a un plan evolutivo, cuyo proceso inminente es la restauración del orden o la depuración del error. Por lo que una nueva consciencia que cambia y ordena la realidad está creciendo en nuestro interior, en el de todos.
De forma colectiva, los seres humanos estamos llamados a entendernos, a cooperar y a construir nuestras vidas unidas con lazos de respeto y fraternidad hacia todo. Por esto, no basta sólo despertar y tomar conciencia de uno mismo pues existe todo un camino evolutivo ligado a través de los tiempos por un destino, el destino de La Tierra y la humanidad, que siempre han estado en nuestras manos.
Un nuevo paradigma, un nuevo tablero de juego se nos presenta, sin embargo Existen siete niveles de consciencia que ordenan la realidad. Estos niveles de consciencia dotan al ser humano de la sensibilidad receptiva y de la capacidad de actuar, que como alma le mostrará el punto de evolución donde se encuentra.
Los niveles de consciencia forman todo un cuerpo etéreo de luz-información alrededor del cuerpo físico, que envuelve también al cuerpo astral y causal, dando forma a la personalidad, y dota de el carácter que precisa cada cual para su proceso evolutivo en la vida, esto es lo que se denomina Alma.
El alma debe experimentar para evolucionar y lo hace a través de siete experiencias vitales y básicas de la vida, ordenando la información, o el conocimiento adquirido, alineándose con su linea de vida. A través de dichas experiencias obtendrá mayor información y por lo tanto mayor sabiduría. La mente se hace consciente y el alma guía los siguientes pasos a dar.
Es este momento cuando te conviertes en un adulto y tu función es verificar por prueba y error si la información que recibiste, la que fundamenta tu identidad, tu carácter y tu visión de la realidad, es falsa o verdadera. Lo puedes discernir sólo si reflexionas sobre los resultados que producen en tu vida las decisiones que tomas fundamentadas en ese sistema de creencias que heredaste.
Si los resultados que obtienes son de conflicto, pérdida de energía vital, enfermedad, depresión y sufrimiento, esa información que creías verdadera es realmente falsa, porque solo lo falso genera sufrimiento. Por el contrario, si los resultados que obtienes son de armonía, abundancia, salud, buena compañía, paz interior y gozo de ser, puedes tener la certeza que la información que utilizaste para tomar tus decisiones y la conducta con las que las llevaste a cabo, son verdaderas, recuerda que sólo lo verdadero genera armonía
Esta diferencia en los resultados obtenidos hablan a cerca de ti y crean la diferencia entre el aprendiz y el virtuoso que radica simplemente en el tiempo de práctica, pues la información que ambos manejan es exactamente la misma.
En la vida eres un aprendiz de creador, te estás preparando a través de la toma de consciencia de tu realidad de cuales son tus defectos y virtudes para promover tu vida, y así es como estas templando tu alma para llegar a ser un virtuoso creador y trascender al aprendiz que llevas dentro, pero para ello debes aprender a obrar milagros.
Un milagro es un cambio de la personalidad que ha de perdurar en el tiempo. Este se origina en tu mente, fruto de la madurez y la perspectiva de la realidad que obtienes con el tiempo de práctica, donde eres un simple aprendiz.
Un milagro modifica tu cuerpo físico y su bioquímica, tu campo psicosomático, donde se encuentran tus correspondencias con las que encarnaste en esta dimensión, para acto seguido transformar la personalidad y su proyección en la materia, moldeando una nueva realidad creada y basada en el propósito que alberga para ti la vida.
Pero para obrar milagros en la vida se requiere de un punto de vista diferente, trascendental y que cuestione los cimientos de la metafísica conocida hasta nuestros días...
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