Uva de la vieja parra...

A vivir no te enseñan en la escuela, será que eso es materia superior. Por eso vivimos desde los anhelos e ilusiones que la esperanza del tiempo nos regala, y nos lo tomamos tan en serio que nos volvemos necios y egoístas, manipulando la vida desde la humana condición de la personalidad, del carácter y del ego. 

Vivimos casi en el futuro, todo lo resumimos a que haremos en las próximas horas, o en que pasará mañana o que hemos preparado para el fin de semana, quizá este futuro cercano sea casi un presente tal y como la rapidez maquiavélica con la que se presenta la vida actual y tecnológica nos encomienda, pero a veces deberíamos de sentarnos más en la silla de parar las prisas.

Pues anhelar el futuro nos dice que en el presente algo falla y que debemos repararlo desde la esperanza de un futuro mejor, es evidente que queremos llenar un vacío. Pero el tiempo no puede hacer este trabajo, el tiempo pasa tan rápido que el hoy ya casi es historia del ayer y el mañana aunque está condenado a representar la ley de causa y efecto siempre contendrá un ápice de incertidumbre debido al libre albedrío. 
Por lo tanto el presente es el único tiempo en el que vas a vivir toda tu vida!

Y aún así nosotros lo perdemos haciendo planes de futuro, o nos apenamos por el pasado. Debido a los errores que cometimos tiempo atrás deseamos mejorar nuestro futuro, eso es a causa de nuestra condición humana más activa: la capacidad de crear vida desde el libre albedrío, cuya permisividad para equivocarnos crea realidades con distintos finales, resultados diferentes pero siempre fruto de nuestras acciones, por lo que ser consciente de tus actos en el presente te otorga el control del tiempo.

Sin embargo esto no ocurre de golpe, se necesita de años de experimentación en la vida, de valorar fracasos y éxitos para encontrarte, para crecer y madurar. La madurez es fruto del tiempo como la uva de la vieja parra.

Y para madurar has de haber sido adulto, es decir te has adulterado por lo vivido, todo lo que crees saber lo podríamos definir como conocimiento, algo que te han transmitido pero que sin probar sólo es información y donde tú le has otorgado todo tu poder. 

Sin embargo, contrastar dicha información recibida de tu entorno desde la niñez hasta la edad adulta crea una nueva información contrastada resultado de la puesta en práctica de la misma en la experiencia de la vida, debido a este proceso llegas a saber quien eres y que quieres en la vida, te vuelves más sabio, reside en ti la sabiduría.

Como ves pasamos la vida dando tumbos de un lado para otro, experimentamos este juego creyendo que las instrucciones que nos dieron eran las correctas y vivimos como buey con su yugo. El tiempo pasa y nos adulteramos sin darnos cuenta, hasta que nos convertimos en el resultado cantado de un algoritmo básico que ha marcado toda nuestra vida: el ensayo y error. 

En resumen, vive en el presente, el universo tiene sus propios medios para decirte sí vas o no por el buen camino, tranquilo siempre te lo hará saber, por lo tanto no pierdas más el tiempo, disfruta del ahora y no te lo tomes todo tan en serio!


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