Los ídolos de barro...

Nos empeñamos en querer sufrir, aunque deseamos vivir en un precioso, sencillo y ligero mundo, nosotros nos empeñamos en hacer siempre lo más difícil, cual trapecista de circo, porque creemos que fortalecemos así nuestras esperanzas. Sí algo consigues a través del esfuerzo, lo reconoces como un premio, algo a lo que darle valor y sin embargo has creado un nuevo dios de barro, un nuevo ídolo dorado al cual te aferras y del que tiempo más tarde te costará desprenderte.

Pero un día desearás volar y para abrir el vuelo necesitarás desprenderte de las ataduras que creaste desde la esperanza y anclado en tu burda realidad de sueños almidonados. La esperanza te dice que has delegado tu poder de creación de la vida en los ídolos de barro, que ellos tiene el poder de crear tu realidad por ti, a veces son muy visibles, el trabajo, la pareja, los hijos, las drogas...etc. Otras veces moldean nuestro carácter y son más invisibles, los miedos, las imposiciones, el conocimiento recibido...etc. Como ves cada cual tiene sus propios dioses.

Para volar no puedes usar la esperanza, no delegues más tu poder de corregir tus errores, no des nada por sentenciado, no pierdas lo más valioso que posees, tu tiempo, y ábrete a vivir, a trascender una parte de ti que esclaviza tu alma.

Imagina que andas perdido por la ciudad y le preguntas a alguien como llegar al lugar hacia donde te dirigías antes de perderte. Él o ella te dicen que camines más adelante, que gires por aquella u otra calle, y después de serpentear un rato por las calles asfaltadas de espanto llegas a tu destino. ¿Te has preguntado quien tiene el control en esta situación? Tú no, seguro, tú estas perdido y has cedido tu poder a la persona que le has preguntado por aquel lugar o por aquella calle. Y realmente hasta que no hagas lo que te dijo no sabrás sí te ha llevado o no por el buen camino y sí lograrás llegar a tu destino. Así es la esperanza y así hace que te aferres a tus ídolos de barro con amarga convicción.

Para volar, para cambiar y trascender debes ser libre y utilizar a tu favor tu don más preciado, tu tiempo. Te has preguntado que quieres tú para ti?
El tiempo ordena la realidad, pone todo en su sitio sí caminas con él y no en su contra. Sin embargo estamos acostumbrados a perderlo, Tempus fugit, no ha tenerlo a nuestro favor.
Más allá de cualquier error cometido en la vida, cada día vuelve a amanecer y eso es un indicador de que todo comienza de nuevo, el universo te ofrece una nueva oportunidad para poner orden en tu vida para acabar con tus creencias limitantes, tus ídolos de barro, para lograr vivir no sobrevivir, tu siempre decides, pero sí observas a tu alrededor desde la calma verás que nada ni nadie se esfuerzan por ser, por vivir.

Observa la naturaleza, las plantas y árboles no se esfuerzan por mantener su crecimiento vertical, simplemente lo hacen, los peces no se esfuerzan por nadar simplemente nadan, las aves no sufren para mantener su vuelo, simplemente vuelan sin esfuerzo, como ves sin esfuerzo, sin sufrimiento todo es posible......

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