Vaciar la copa...

Vivimos la vida desde la imperfección, en vez de centrarnos en ser la causa que armoniza nuestra vida, dejamos que el efecto, fruto del pasado y sus circunstancias nos guíe, y a esto lo llamamos karma. Como consecuencia de dicha imperfección la vida nos ha parecido un castigo, una expiación ó un simple trámite para una vida más digna y perfecta en el cielo. Sin duda creer que desde la aflicción se llega a la plenitud es cosa de necios, es como creer que en medio de la tempestad uno puede encontrar el camino y recorrerlo con calma. A la plenitud se llega estando pleno. Pero hemos de ser realistas, como dice un antiguo proverbio chino:

"Para que tú puedas beber vino en una copa que se encuentra llena de té, es necesario primero tirar el té, y entonces podrás servir y beber el vino."
Para trascender la imperfección y llegar a la plenitud debemos conocer cuáles son los códigos limitantes que forjan nuestra personalidad. Saber como está de llena nuestra copa.

Los códigos de la personalidad son de carácter universal, permiten la expansión y el desarrollo vital en la vida desde la personalidad o el carácter, pero también nos indican que error egoísta contiene nuestra personalidad, la cual es meramente circunstancial y viene referida a la hora de encarnar al plano físico sólo por el espacio y tiempo que en el presente nos ha tocado vivir. 
Sin embargo estos códigos constituyen un contrato atemporal, pues están creados de forma grupal por la experiencia de la humanidad, es una consciencia neuronal y colectiva que representa a diferentes grupos de individuos.

El exceso de identificación con estos códigos limita el desarrollo total en el plano físico, mental, emotivo y energético. Los códigos son una fuente que contienen una cantidad finita de información para un determinado propósito. 
Estos códigos son el fruto de la evolución neuronal, es decir del campo mental de la humanidad, la evolución neuronal es el vinculo entre el plano energético o alma, con la psiquis y la glándula pineal en el plano físico o fisiológico, donde además intervienen la glándula endocrina y el timo. Según sea nuestro carácter ante la vida desarrollemos estos patrones o códigos que veremos a continuación.

La Seguridad, cubrir las necesidades básicas.
Quienes tienen este código buscan en sus vidas ante todo seguridad y estabilidad entorno a la forma de vivir. Un trabajo estable y duradero, un hogar tradicional, aspectos con carácter de conservación que son generacionales y poco transgresores. Pero últimamente la vida nos está enseñando que no existe nada seguro. Y eso es debido a que cada  código también tiene sus limites; en este caso el ser humano se encasilla y los frecuentes miedos o dudas que se hallan detrás de esta programación mental no son experimentados para poder liberarse de ellos. Al final casi todo en la vida se estanca creando apatía y depresión vital.

Creatividad. Crear Proyectos. Lo que se desea.
En este caso aquellos que poseen este código son capaces de innovar y crear cosas nuevas, tienen
mucha creatividad e imaginación, es por eso que necesitan desarrollar en sus vidas todas sus ideas, valorar todas las posibilidades y sacar sus propias conclusiones en relación a su gran intuición. Cuando dichas ideas no se consiguen llevar a cabo se desarrolla una gran tristeza emocional. Se desconectan de la realidad y se retraen en su mundo, la vida normal se hace pesada y son como pájaros enjaulados que no pueden volar.

Autonomía e independencia.
Este código de conducta implica la necesidad de tener libertad de movimiento a la hora de desarrollar la vida y hace que estos seres no puedan sentirse obligados, al contrario que en el código de la seguridad, puede ocurrir aquí que el ser humano tienda a evadir las responsabilidades personales con el entorno, con la familia, o con sus relaciones laborales, anteponiendo su propio estilo de vida. El exceso de autonomía e independencia al contrario que en el código de seguridad tampoco permite crear experiencias con carácter de conservación, es decir duraderas.

Servicio o dedicación.
Personas con un compromiso muy profundo que se expresan a través de su labor profesional. A veces seres con grandes carencias afectivas que han vivido y sufrido la falta de amor y la empatía, fruto de esta experiencia crean un fuerte vinculo afectivo universal que les permite llegar a desarrollar a través de su dedicación la virtud de la compasión en sus vidas.

Dirección, Centrarse en la vida, objetivos unificados con las propias creaciones.
Este código mental define a quienes son capaces de dirigir y coordinar a otros, es decir organizar. Pero quienes se identifican con el mismo, necesitan llegar a la cúspide, ejercer responsabilidades, y tener peso e influencia dentro de dichas organizaciones, creando una linea muy fina entre la utilidad que tienen y ejercen y el egoísmo por la satisfacción del deseo cumplido. Los límites de este código destruyen el equilibrio que sostiene la vida sí se expresa desde la diferenciación, la competitividad y la opulencia del poder; y todo lo que se haya conseguido en la vida con este código se desmorona como un castillo de naipes. 

Y por último, La Manifestación.
Este es el código maestro del ser humano, donde se muestra la cantidad de sabiduría en cada una de las acciones vitales, ni que decir tiene que no hay mayor enseñanza que el ejemplo personal. 
Los seres que desarrollan este código están llenos de confianza, creatividad, voluntad y compasión. Sus obras se reflejan desde la quietud de sus pensamientos reflexivos y la paz de sus emociones, en consecuencia están preparados para dirigir sus vidas desde la neutralidad, desde el sendero del equilibrio, y son vivo ejemplo a seguir, normalmente son en gran medida líderes con gran proyección espiritual.

Sin embargo el error que contiene este código se observa en la falta de acciones propias, que llevan al ser a desarrollar una gran coraza como consecuencia del constreñimiento del propio campo mental y emotivo. No explorar y desarrollar todas las facetas de la personalidad desde el ensayo y error acaba enfermando la mente y el cuerpo. 

Ahora podrás valorar en que código de actuación te encuentras y que errores contiene, pero recuerda: La imperfección es un estado de la mente por el miedo a lo desconocido o al futuro incierto. Sin embargo la perfección es el estado interno de plenitud y confianza que se demuestra ante las adversidades de la vida. El paso del tiempo nos dota de sabiduría y serenidad, de un estado de paz donde la preocupación se disipa y donde uno sabe que desea beber y si la copa está llena de algo que no es de nuestro agrado pues simplemente se vacía..  


Comentarios

Entradas populares de este blog

La llamada del destino…

Cuando viajas no cambias de lugar cambias el tiempo…

Valora lo que tienes…