Decantar la balanza...
Nuestras decisiones importantes en la vida están basadas o en los deseos materiales o en los deseos más íntimos y personales, cuando valoramos la vida desde la perspectiva del tiempo vivido, tendemos a decantar la balanza en función de los sentimientos vividos, del anhelo interior, e intentamos así alimentar esa parte de nuestra personalidad; habiendo madurado y aprendido de nuestras experiencias vitales avanzamos en el conocimiento de nuestra parte más íntima, de nuestras almas. Esta perspectiva de la vida fomenta que nuestras decisiones esten basadas en la creación de la realidad para obtener en ella orden y armonía, es decir para llegar a un estado de paz y sosiego constante. Este sería un resultado positivo de la proyección de tu espiritualidad.
Cuando las decisiones sucumben al ego, o al deseo material, la realidad es creada por el miedo. Las decisiones basadas en el miedo intentan justificar que lo que ahora vives puede volverse imperfecto o deficiente. Imagina el miedo a perder la pareja, o a no poder hacer frente a los gastos de una vivienda, o a perder el puesto de trabajo. Todos estos miedos materiales al final sólo te crearán sufrimiento, creando una vida donde sufres por casi todo.
El sufrimiento es la preocupación de una anticipación en el tiempo, tu mente se encuentra en un futuro imperfecto, que tú condicionaste desde una proyección egoica llamada miedo, como aún no puedes cambiar una realidad que no ha ocurrido entonces comienzas a sufrir. Sufres en el presente una preocupación futura, que existirá en tu vida porque la estas creando, dándole forma con tus pensamientos egoicos.
Es entonces cuando crees que todo lo que recibes es malo, estas focalizado en un extremo de la realidad llamado la maldad. La maldad es algo más sutil que una accion creada con malas artes, o con malicia o de forma egoísta. La maldad es un estado de ser, albergada en tu subconsciente y creada por la sensación de imperfección que genera el miedo. Así el miedo llevará a tu consciencia y a tu acción mental a justificar todos tus actos desde tu ego y desde tus instintos de supervivencia. Creando una vida destinada exclusivamente a la erradicación del sufrimiento. Una vida donde no te permitirás buscar aquello que te haga feliz sino aquello que simplemente no te haga sufrir.
En resumen el miedo o la maldad hacen creer a la mente que lo que has creado desde tus emociones, desde tu interior, desde tu corazón puede volverse imperfecto o deficiente. Esto te crea sufrimiento y preocupación en el presente, alterando el flujo de tu realidad temporal que sostienes en tu mente, y que se encontrará a caballo entre el tiempo futuro y el tiempo presente.
El miedo es la ausencia de paz, crea el sufrimiento y esta a su vez crea el dolor físico o la enfermedad, por lo tanto la enfermedad es una incapacidad para crear tu vida desde tu alma provocada por el ego a través del miedo...
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